Este artículo recorre el vínculo entre la Psicología y la Filosofía, desde su origen en la Grecia antigua con el therapeuousí to on (culto al Ser), hasta el presente entrecruzamiento de ambos campos en el abordaje de problemáticas cotidianas. Se desarrollará brevemente la historia del Movimiento de Filosofía Práctica, que incluye el Asesoramiento Filosófico y el Coaching Ontológico en el campo de la Filosofía y la historia de la TCC filosófica de origen británico en el campo de la Psicología
Actualidad de la relación entre la Psicología y la Filosofía
La terapia del alma como método de abordaje fue recortado en la antigua Grecia por la Filosofía.
La escuela de Filosofía es una clínica, decía Epícteto. Este carácter terapéutico aparece primeramente en el discurso del maestro, que tiene el efecto de un hechizo, de una mordedura […]. Pero para curarse no basta con quedar conmocionado; uno tiene que realmente desear transformar su vida. (Hadot, 2006: 307).
Si bien las escuelas epicúrea, cínica y estoica compartían el objetivo de alcanzar la eudaimonía, fue el Estoicismo la escuela de Filosofía que sistematizó la práctica requerida para alcanzar tal fin. La concepción que se tenía del hombre y del cosmos implicaba una serie de ejercicios espirituales para alcanzar el ideal filosófico de eudaimonía[1], de allí que no hubiera separación entre teoría y práctica.
La eudaimonía requiere tres capacidades cognitivas (la autarquía, la apatheia y la ataraxia[2]) para la puesta en práctica de cuatro virtudes cardinales (sabiduría, coraje, justicia y templanza), que forman parte de la tekhné tou biou (arte de vivir), una estructura ternaria que vincula tres disciplinas con sus respectivas áreas de investigación y virtudes cardinales:
Disciplina del deseo deriva de la Física (Virtud del coraje y la templanza)
Disciplina de la acción deriva de la Ética (Virtud de la justicia)
Disciplina del pensamiento deriva de la Lógica (Virtud de la sabiduría)
Esta antigua visión de la Filosofía como praxis del cuidado de sí[3], hoy muy difundida a partir de la Filosofía Práctica[4], se remonta al método socrático y, más específicamente, a la concepción de Platón sobre la naturaleza de la Filosofía como terapia del alma.
La concepción de la Filosofía como praxis se pierde en la Edad Media con el advenimiento del cristianismo, que consideró inmoral el cuidado de sí, para luego volver en el siglo XIX con Nietzsche, Kierkegaard y Shopenhauer y en el S. XX, con Viktor Frankl, Wittgenstein, Heidegger, Foucault y Hadot.
Sin embargo, fue la Psicología, hija de la Filosofía, con su rango de ciencia moderna de la salud mental, la que logró sistematizar los diferentes métodos de abordaje de problemáticas vitales, psicológicas y sociales, quedando la Filosofía reducida a los ámbitos académicos con poca extensión a las comunidades.
Así entonces, tal y como los antiguos terapéutridas[5] formaban parte de diferentes escuelas filosóficas, los actuales psicoterapeutas adherimos a distintas corrientes de pensamiento, resultando del origen filosófico de la Psicología su división en múltiples escuelas, cada una de las cuales aborda al paciente con un marco teórico y técnica específicos.
En Argentina, la escuela psicoanalítica tuvo un gran desarrollo y difusión en las décadas del 60, 70 y 80 fundamentalmente, tornándose hegemónica por su presencia expansiva en la mayor parte de los planes de estudio de la carrera de Psicología en las universidades públicas del país. Los psicólogos psicoanalistas abordan al sujeto del inconsciente, ignorado por el yo, acéfalo y efecto del significante, con el método psicoanalítico de asociación libre y el manejo de la transferencia como técnica de abordaje. Este dispositivo requiere por parte del paciente la capacidad de metaforización y un alto grado de pensamiento lógico-abstracto, a fin de lograr el efecto sujeto. Es por eso que se hacen imprescindibles, en la actualidad, otras formas de abordaje psicológico.
La Teoría Cognitivo Conductual (TCC) ingresa al país en la década del 90 a través de instituciones privadas. A diferencia de los psicoanalistas, los psicólogos cognitivos conductuales centran el tratamiento en el yo, con un método psicoeducativo y técnicas tomadas del Estoicismo, aunque variando el objetivo, que deja de ser la construcción de sí para centrarse en la eliminación del síntoma. Es un dispositivo que funciona muy bien con ciertos trastornos graves de ansiedad, como las fobias o los trastornos obsesivos compulsivos, puesto que las técnicas de abordaje le ofrecen al paciente herramientas concretas para manejar los altos montos de ansiedad, lo que permite disminuir paulatinamente la intensidad y frecuencia de los episodios.
Estas son dos de las escuelas de Psicología más difundidas en Argentina. Sin embargo, en los últimos años, se presenta el surgimiento de la llamada “Tercera Ola” de la TCC, la ACT (Acceptance and Commitment Therapy), orientada en la aceptación y el compromiso, que incluye en su caja de herramientas el mindfulness o atención plena, técnica proveniente de las filosofías orientales. Además, se destaca la aparición de una nueva rama de la Psicología: la Psicología Positiva, que estudia las virtudes y fortalezas del carácter con incidencia en el bienestar de las comunidades, instituciones y sujetos. Esta corriente ha modificado el campo de la Psicología porque el abordaje del paciente no queda focalizado en la eliminación sintomática, sino que se generaliza a la vida como florecimiento. Los términos que utilizan, como “bienestar subjetivo” (hedonista) y “bienestar psicológico” (eudaimónico) tienen su origen en la Filosofía griega; para Aristóteles, el bienestar hedonista era una experiencia de placer momentáneo, mientras que al bienestar eudaimónico se accedía con esfuerzo, puesto que requería de cierto modo de vivir.
Se observa entonces, en los últimos años, el reingreso del discurso filosófico al campo de la Psicología y la influencia de la Psicología en el ámbito filosófico. El caso británico es paradigmático en este sentido. El marco teórico y práctico dado a la Filosofía por los estoicos es retomado en la actualidad por el Movimiento Stoicism Today. En 2012, un grupo de psicoterapeutas y filósofos académicos de la Universidad de Exeter, al que luego se unieron las Universidades de Londres, de Nueva York y de Cambridge, en conjunto con psicoterapeutas, crean el proyecto “Estoicismo Moderno” en el que integran las técnicas de la Psicología, con el objetivo de aliviar la angustia y reestructurar la visión que el sujeto tiene del mundo. Las técnicas de intervención incluyen la respiración relajante, la prosoché o atención plena[6] y una serie de ejercicios espirituales que fomentan el desarrollo de las cuatro virtudes estoicas (sabiduría, templanza, fortaleza y justicia) para alcanzar la eudaimonía.
Cada año, miles de personas participan de la Stoic Week, un evento mundial organizado por el grupo, al que se han ido sumando instituciones académicas de Australia, Guatemala, Colombia, Brasil, USA, Canadá, Reino Unido, Francia, España, Dinamarca, India, Sudáfrica, Luxemburgo, Portugal, Bélgica y Países Bajos, con el objetivo de hacer que los participantes pongan en práctica el estoicismo en la vida moderna, además de recopilar datos sistemáticos a fin de evaluar la incidencia de esta práctica en el bienestar psicológico. Este año, el evento se realizó en Atenas. Al respecto, T. LeBon (2014) refiere:
Los participantes informaron un incremento del 14 % en la satisfacción con la vida, un 9 % de incremento en las emociones positivas y un 14 % de disminución de las emociones negativas. Estos hallazgos sugieren un efecto significativamente positivo de la práctica del estoicismo […]. El Estoicismo parece, en efecto, incrementar la satisfacción y reducir la ira. Los hallazgos también respaldan la opinión de que el estoicismo no solo aumenta el bienestar psicológico, sino también la virtud. (p. 132).[7]
Enseñar a los participantes a encauzar el pensamiento tiene su origen en el método socrático retomado por los pioneros de la TCC, Beck y Ellis, para la eliminación sintomática. Beck y Ellis probaron la eficacia terapéutica del método socrático con un aluvión de pruebas empíricas. Sin embargo, eliminaron del método cualquier mención en relación a valores, ética y significado superior de la vida, conceptos que incorpora Stoicism Today.
Cambiar las creencias subyacentes requiere de un aprendizaje y de una práctica continuada, puesto que el comportamiento se basa en creencias y emociones implícitas fuertemente arraigadas. Entonces, la combinación de técnicas específicamente diseñadas para el abordaje de trastornos psicológicos con un marco teórico filosófico da como resultado la TCC filosófica. En virtud del cada vez mayor número de adherentes a esta corriente de TCC filosófica y de la probada eficacia de las técnicas, el Gobierno británico invirtió 580 millones de euros en un programa de salud mental llamado Improved Access for Psychotherapies (IAPT) dependiente del National Health Service (NHS), que combina la TCC y el Estoicismo para el abordaje de la ansiedad, la depresión y las fobias, tres de las problemáticas de salud mental más frecuentes y costosas para el NHS británico.
Psicología y Estoicismo
La integración de la TCC y el Estoicismo se resume en ocho ideas clave:
1. No son los eventos los que nos causan sufrimiento, sino el juicio que sobre ellos hacemos. Esta premisa es la principal inspiración de la TCC.
2. Nuestras creencias sobre nosotros mismos y el mundo a menudo son erróneas y nos llevan a respuestas automáticas.
3. No podemos controlar lo que ocurre, solo la forma de reaccionar a ello.
4. Elegir la perspectiva sabiamente en tiempo (centrarse en el presente) y espacio (view from above).
5. El poder de los hábitos en la construcción de sí.
6. Ver toda adversidad como entrenamiento.
7. La virtud es el medio para alcanzar la eudaimonía.
8. Obligaciones éticas con la comunidad.
Así como la Psicología ha incorporado en los últimos años conceptos provenientes la Filosofía, esta última desarrolló el movimiento conocido como Práctica Filosófica (Cafés filosóficos, Orientación/Asesoramiento/Consejería filosófica, Filosofía de las Organizaciones/Coaching Ontológico, talleres filosóficos y Filosofía para niños), que tiene como objetivo principal crear un puente entre la Filosofía y la sociedad, mediante la utilización de métodos de abordaje provenientes de la Psicología. La Consultoría filosófica, por ejemplo, también conocida como Coaching Ontológico o asesoramiento filosófico, comparte con la Psicología el abordaje de problemas cotidianos. Entienden a la Ética como el arte de vivir, cuyos valores éticos forman parte central del abordaje.
Coaching Ontológico. Los Riesgos del Intrusismo Profesional: Su marco teórico lo componen la filosofía de Sócrates y Platón de la antigua Grecia y de Lao-Tze y Confucio de la antigua China. El movimiento surge en 1982 con Gerd Achenbach, quien funda en Alemania la Sociedad Alemana de Consultoría y Filosofía Práctica y la Sociedad de Consejerías Filosóficas, que luego comienzan a ser difundidas a nivel mundial. Se diferencian de la Psicología en la medida en que dicen no utilizar el modelo médico de prácticas clínicas, ni las categorías de síntoma, trastorno o enfermedad mental, sino que definen su práctica como una alternativa a la terapia psicológica. Al respecto, la Dra. Roxana Kreimer (2002), referente argentina del Movimiento, dice:
La Consultoría filosófica tiene un importante papel para jugar frente a la pobreza teórica de gran cantidad de psicoanalistas, que entienden que el complejo entramado de sufrimiento humano se agota en Freud y Lacan, así como en el Medioevo se creyó que la “verdad revelada” se agotaba en Dios, Platón y Aristóteles (p.14).
Sin embargo presenta algunos rasgos de pseudociencia, puesto que no ha contrastado sus afirmaciones y prácticas con estudios empíricos. En este sentido, la Dra. Kreimer resume sus críticas al Asesoramiento filosófico postulando ocho categorías:
1. Falta de evidencia científica sobre su eventual beneficio para la población abordada (y no dañino o ineficaz).
2. Falta de preparación técnica.
3. Intrusismo profesional (práctica de la Psicología sin título universitario).
4. Conceptos erróneos sobre Psicología o Psicoterapia.
5. Conceptos erróneos sobre ciencia y contrastación empírica.
6. Sesgos cognitivos y falta de preparación en pensamiento crítico.
7. Arbitrariedad de método y objetivos.
En este punto resuena el debate dado en la década del 60 en Argentina, respecto de la legitimidad del rol del psicólogo y la controversia con los médicos psiquiatras. La búsqueda de una identidad profesional diferente a la médica estuvo rodeada de tensiones y conflictos entre psicólogos y médicos, los cuales se resuelven en la década del 80 cuando se elimina la prohibición a los psicólogos de ejercer la Psicoterapia y se sanciona la Ley 23.277 de ejercicio profesional de la Psicología, haciendo legal lo que ya estaba legitimado por la sociedad.
Los psicólogos sabemos que las acusaciones deslegitimantes no prosperan si la sociedad adhiere a una propuesta alternativa a los métodos de abordaje vigentes, y el Coaching Ontológico como la terapia de Bio-decodificación, son movimientos con gran poder de convocatoria, con lo cual más que entrar en disputas, habría que saber oír el discurso de época, porque:
Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues, ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? (Lacan, 1988: 309).
Queda claro que hay riesgos para quienes eligen experimentar con agentes de salud sin la formación académica suficiente, sin colegiatura que respalde la práctica, y sin la legalidad necesaria que requiere una intervención en salud. El Coaching Ontológico es una práctica pseudocientífica. Los Riesgos del Intrusismo Profesional son altos si el participante presenta un cuadro psicopatológico no detectado por el coaching. Los psicólogos frecuentemente recibimos en nuestros consultorios cuadros descompensados, luego de haber pasado por estas experiencias pseudocientíficas.
Es cierto que el método estoico incorporado al campo de la Psicología enriquece la escucha y ofrece resultados prácticos inmediatos. Sin embargo, requiere de un profesional formado en psicopatología, que pueda detectar los riesgos clínicos y la viabilidad de la intervención filosófica en cada caso en el que compromete su matrícula profesional habilitante.
No todos los casos pueden ser abordados con el mismo método. El Psicoanálisis requiere de un sujeto específico, como así también la TCC. Hay pacientes que buscan aliviar sus síntomas de manera urgente, otros, ser orientados, otros simplemente ser escuchados; pues bien, como psicólogos, sin importar la escuela a la que adhiramos, necesitamos una formación sólida y completa, como, asimismo, conocer los avances que se dan en nuestro campo y hacer el aporte a la disciplina desde el rasgo singular.
Notas
[1] La palabra proviene de los términos compuestos ‘eu’ (bien, recta, justamente, exacta, cuidadosamente, hábilmente) y ‘daimon’ (dios, diosa, divinidad; genio, espíritu, genio interior) y significa dicha, felicidad; bienestar, fortuna, riquezas. (Pabon S. de Urbina, J.M 1999).
[2] La diferencia en los términos ‘ataraxia’ y ‘apatheia’ radica en la manera en que alcanzan el objetivo de la imperturbabilidad de espíritu y paz interior. Mientras que la ataraxia es fortaleza espiritual ante el dolor, la apatheia es la eliminación de las pasiones y deseos. La autarquía es libertad interior, el “bastarse a sí mismo”. (Alonso, J, 2009:697).
[3] Cuidado de sí/ epimeleia heautou/cura sui: es un dispositivo de subjetivación de origen grecolatino. Epimeleia heautou (Grecia) cura sui (Roma antigua) se traduce al español como cuidado de sí/inquietud de sí.
[4] La Filosofía Práctica es un movimiento filosófico surgido en 1982 con Gerd Achenbach, que pretende hacer una aplicación de la Filosofía en la resolución de problemas de la vida cotidiana. (Samper, J.L 2014:16).
[5] La noción de terapéutridas [therapeutrides] de la Grecia clásica hacía referencia a los filósofos que velaban por las almas, quienes recibían una formación conforme a la naturaleza de las sagradas leyes y al culto al Ser [therapeuousi to on]. (Filón de Alejandría, 1973:79), citado en: (Foucault, 2014:111).
[6] En este punto, cabe una aclaración sobre la prosoche estoica. Los estoicos postularon que un mayor grado de atención consciente resulta en mayor ecuanimidad, claridad sensorial y concentración, habilidades cognitivas que permiten actuar virtuosamente sin que el yo sea arrasado por la distracción o la pasión. De allí que la palabra mindfulness o atención plena haya sido introducida en el Estoicismo moderno, siendo de origen oriental. Sin embargo, la prosoche es un tipo especial de atención plena, puesto que se trata de aplicar preceptos estoicos al momento presente. Hacer un buen uso ético del momento presente es la clave de la prosoche estoica, es decir, la atención no está puesta en el presente per se, como en las filosofías orientales, sino que se trata de la acción firme, ecuánime, justa y sabia al momento presente. La ética es siempre la brújula del estoico.
[7] La traducción es propia.
Bibliografía
Alonso, Juan (2009), “Conversión Filosófica y Conversión Cristiana”, Scripta Theologica, vol. 43, nº 3, pp. 687-710, [disponible en http://dadun.unav.edu/handle/10171/11437 - consultado el 20 de septiembre de 2019].
Cosentino, Alejandro (2010), “Evaluación de virtudes y fortalezas humanas en población de habla hispana”, Psicodebate. Universidad de Palermo, vol. 10, nº 10, pp. 53-72, [disponible en https://www.reserchgat.net/publication/295102574 - consultado el 18 de julio de 2019].
Evans, Juls (2016). “A Blueprint for a Philosophical CBT”, Stoicism Today: Select Writings, en Ussher, Patrick (comp.), (Volume Two), Londres, Createspace Independent Publishing Platform, pp. 2718-2780.
Foucault, Michel (2014), Hermenéutica del sujeto, CABA, Fondo de Cultura Económica.
Hadot, Pierre (2006), Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua, traducción de Javier Palacio, Madrid, Ediciones Siruela, S.A.
Kreimer, Roxana (2002) Artes del Buen Vivir. Filosofia para la vida cotidiana. Buenos Aires. Editorial Anarres.
(2012). El futuro del Asesoramiento Filosófico. [disponible en https://es.scribd.com/document/361836491/El-futuro-del-Asesoramiento-Filosofico - consultado el 20 de agosto de 2019].
Lacan, Jacques (1988) “Función y campo de la palabra y el lenguaje” en Escritos 1, Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores.
LeBon, Tim (2016). How To Become Virtuous-Lessons From Compassion Focussed Therapy (CBT), en Ussher, Patrick (comp.), Stoycism Today: Select Writings (Volome two), Londres, Createspace Independent Publishing Platform, pp. 2796-3014.
(2014) “Does stoicism work? Stoicism and Positive Psychology”, en Ussher, Patrick (comp.), Stoicism Today: Select Writings (Volume One), Londres, Cretespaces Independent Publishing Platform, pp. 128-134.
Nain, Aditya (2014), “Stoic Mindfulness and Buddhist Mindlessness”, en Ussher, Patrick (comp.), Stoicism Today: Select Writings (Volume One), Londres, Createspace Independent Publishing Platform, pp. 158-159, [disponible en www.ebooklaunch.com].
Pabon y Suárez de Urbina, José Manuel (1999), Diccionario Manual Griego - Español, 18° edición, España, Editorial Vox.
Pigliucci, Massimo (2017), How to be a Stoic. Ancient Wisdom for Modern Living, London, Rider, [disponible en www.penguin.co.uk].
Samper, José Luis (2014), “Apuntes sobre los supuestos de la práctica filosófica”. Haser. Revista Internacional de Filosofía Aplicada, Nº 5, pp. 15-31.
Ventura, Mariela (2017), Psicoanálisis y dictadura en Tucumán (1976-1983), Tucumán, Edunt.
Comments